Quiéreme si sabes, si no ni lo intentes porque para querer bien hay que saber, hay que tener ganas de hacerlo. No me vale que un día me quieras mucho y otro no me quieras nada, está bien si cuando llevemos años nos repartamos los días y los porcentajes, un día tendrás que poner tú el 99% de amor y yo pondré sólo el 1 % y otro día seré yo quien lo haga al revés pero siempre habrá ese 1% por parte de los dos.
No intentes quererme si no vas a saber lo que detesto ni lo que hace que mis ojos brillen de ilusión, sino me vas a dejar ser libre aunque esté contigo, si vas a atarme y a quererme de forma egoísta.
No lo intentes si vas a cuestionar todas y cada una de mis decisiones, està bien que me aconsejes, que me digas lo que tú crees que es mejor pero no que me condiciones a hacer lo que tú quieres, si me equivoco ¡Déjame! Sabré solucionarlo, te lo prometo.
No quiero un amor de esos ficticios ni quiero que me prometas un siempre que a lo mejor ni se cumple, quiero que disfrutes conmigo el tiempo, que se te llene la mente de planes que quieres que hagamos juntos, quiero que salgas con tus amigos y amigas, que te diviertas sin mi, que vivas pero que siempre me elijas.
Quiero que tengas libertad para que hagas lo que quieras porque pudiendo hacer lo que quisieras me elegiste a mí.
Y que sigas tus metas, tus sueños, esos que te hacen más risueño, más feliz.
Quiero que me quieras de esa forma y prometo hacerlo igual pero no me prometas el cielo cuando ni tienes los pies en la tierra porque entonces ese amor no lo quiero.
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