Objetos, recuerdos y vida

Si te paras a mirar mi habitación sólo vas a ver objetos.

Pulseras, botellas, billetes, tickets, entradas e infinidad de cosas más, objetos sin sentido colocados en una habitación pero si realmente te paras a pensar no son objetos, son recuerdos

Son momentos, experiencias, risas, éxitos, son una pequeña parte de mí

Probablemente ni lo entiendas pero esa botella es una fiesta en buena compañía, esas pulseras son éxito y aprendizaje, esos billetes son viajes y reencuentros, esas entradas son conciertos y momentos y sobre todo esas fotos son risas inmortalizadas en un tiempo infinito.

Cada uno crea sus recuerdos a su manera, se hace a sí mismo, diseña su identidad y forma su personalidad

Y no eres quién para juzgar esos objetos porque, dejan de serlo cuando se convierten en carga emocional de alguien

Rutina y recuerdos

Rutina y recuerdos es lo único que me queda, piel enfriada por un dolor tan potente capaz de destruir al más poderoso.

Rutina de verte marchar y hacerme a la idea de que no volverás, de que quedarás ardiente en mis recuerdos, de que seguirás siendo una parte del engranaje de mi corazón.

Recuerdos que laten tan fuerte que hasta llegan a doler, a doler tanto como si muriera en cada golpe de manecilla del reloj.

Tu ausencia será mi mayor castigo y este dolor algún día desaparecerá pero en mi corazón no hay fuerza que te saque.

Dureza de vida, que te arranca lagrimas desde las entrañas donde nadie puede asimilar ni recomponer lo roto, donde alguna vez hubo felicidad y hoy simplemente hay tristeza, añoranza y ausencia.