Me quiero, me quiero mucho

Hoy me quiero, me quiero mucho.
Porque nadie decide lo que a mí me hace feliz ni nadie decide que decisiones tengo que tomar
Hoy me siento libre para hacer lo que quiera, aunque sea la estupidez más grande del mundo porque ¿Que más da? Mejor hacerlo que quedarse con las ganas
Hoy me siento valiente para enfrentarme a todo lo que venga, para cerrar la puerta a los miedos e invitar a los que no deben estar en mi vida a irse.
Hoy me siento fuerte para seguir mi camino, para pisar más fuerte que nunca, para reírme de todo y que cada vez mi risa sea más fuerte
Para asumir errores y vivir la vida
Hoy me quiero, me quiero mucho porque por fin sé quién soy yo.

¿cuanto menos conozcan de ti mejor?

No todos estamos hechos para dar lo mejor de nosotros, para dejar que buceen en lo más hondo de nuestra alma, donde se encuentran nuestros dolores, nuestros miedos y nuestros errores, donde habitan nuestros monstruos y se crean nuestras peores pesadillas.

No todo el mando está preparado para que conozcan todo sobre ellos mismos y no todo el mundo está dispuesto a bucear de manera cauta y sigilosa

Hay gente que llega y destroza todo, irrumpe y lo llena todo de dolor y probablemente no todo el mundo esté preparado para afrontar eso porque hay que ser muy valiente para recomponer lo roto, sacar fuerzas y recogernos pedazo a pedazo hasta volver a estar enteros 

Quien asume el riesgo de que le conozcan, asume el riesgo de romperse y no sé que es peor, si dejar que no te conozcan y sorprenderlos tanto para bien como para mal o dejarte conocer y darles el poder de que te destruyan poco a poco

Que jodida es la vida a veces y como nos gusta complicárnosla a nosotros mismos.

Perdón

Perdonar, una palabra no tan simple como parece 

A veces nos cuesta perdonar, no por el rencor ni por el orgullo sino por el dolor, por mucho que intentemos y queramos hacerlo es imposible y es simplemente porque aún duele, aún no estamos preparados para decir: "ya está pasado, ya puedo perdonarte, ya no me duele"

Es muy difícil aprender a perdonar en la justa medida, a veces perdonamos demasiado y otras simplemente nos endurecemos más de la cuenta 

La vida no te da un manual para saber cuando debes o no debes perdonar y como tienes que superar el enfrentarte a ese perdón 

Te vas a equivocar muchas veces, vas a perdonar a quien no debes y vas a negarle el perdón a quien no debes y a veces se te hará cuesta arriba perdonar a los que quieres porque dolerá tanto que no sabrás cómo volver a ser el mismo 

Parece fácil la palabra perdonar pero esto no es un juego de niños, aquí no te enfadas y a los 5 minutos perdonas porque ya no es orgullo, ni rencor, ni rabia, a veces es decepción y aceptar un perdón de aquellos que te han decepcionado es lo más jodido del mundo.

No vale todo, esto no es la ruleta en la que arriesgas al mejor número y a veces esa decepción cierra muchas puertas en el corazón que cuando se vuelven a abrir ya no son tan cálidas y confortables como antes