My real life

My real life

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Dejaste de doler

Y de repente un día todo lo que dolió en ese momento deja de doler y es ahí cuando te das cuenta que todo lo que te daba miedo superar, está superado y ya no martiriza ni tu mente ni tu corazón.
Te das cuenta que puedes mirar al pasado, leer una y otra vez las líneas que dejaste escritas y , que antes hacían temblar tu corazón y romperte el alma, y no sentir nada, sólo leer como si fueras un personaje secundario que no lo vivió en primera persona.
En ese mismo momento es cuando realmente te das cuenta que lo que creías hace tiempo imposible hoy se ha convertido en posible, que lo que ayer eran palabras convertidas en cuchillos que desgarraban el alma, hoy son sólo letras unidas formando palabras sin ningún tipo de peligrosidad.
Te das cuenta que lo que ayer dolía, un dolor tan profundo, tan hiriente, tan agresivo, tan catastrófico, hoy ya no duele, no hace sangrar, no te hace rendirte.
Que de lo que ayer pensabas que te ibas a morir hoy es una simple anécdota que te hace sentir más fuerte, más valiente, más tú mismo.
Y de repente un día te das cuenta que todo lo que te oprimía el alma, no dejaba salir tus palabras para poder dar voz a tus sentimientos y todo lo que hacía esconder ese dolor tan intenso que sentías, ha desaparecido y eres libre para hablar de tus heridas recordando lo que dolió la batalla y lo que realmente aprendiste de ella.

martes, 29 de septiembre de 2015

Victorias mezcladas con fracasos

Nadie nos dijo cuando nacimos cómo debían de ser las cosas.
No había un manual de instrucciones en el que venía especificado como había que saltar las piedras del camino, como tenía que reaccionar nuestro corazón o simplemente como debía responder nuestra mente ante tales adversidades.
Nadie dijo que vivir iba a ser tan fácil y difícil a la vez, que iba a ver tantas victorias mezcladas con fracaso y algunas victorias mezcladas con orgullo.
Nadie nos dijo que en el camino encontraríamos tantos caminos posibles y nos encontraríamos en una encrucijada sin fin en la que nos perderíamos en la toma de decisiones.
Nadie dijo que vivir, eran fracasos y victorias, subidas y bajadas pero que al final del camino lo único que contaría sería lo vivido y no la manera de hacer las cosas.
Nadie dijo que sería fácil pero sí que merecería la pena porque merecería vivir.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Entre París y Roma

El problema está cuando dejamos de vernos con ojos de París y empezamos a vernos con ojos de Roma, destruidos, acabados, en ruinas.
Dejamos París a un lado, su belleza, su amor propio, su dulzura y su hermosura y empezamos a vernos como las ruinas de Roma, perdiendo amor propio, dejando de ver la belleza que las propias ruinas también tienen, perdiendo la dulzura de sus calles, perdiéndonos a nosotros.
Perdiendo entre miradas en espejos el valor de la belleza propia, el valor de la belleza única.
Porque la belleza no consiste en un canon sino en el conjunto de nuestras imperfecciones y virtudes y eso es lo que realmente nos convierte en París y en Roma, porque somos ambas, bellos como París estando en ruinas como en Roma viéndose en ojos de Venecia.
La esencia de cada uno reside en tener el suficiente amor propio para querernos delante del espejo sabiendo que aquel que está al otro lado está lleno de belleza propia, de belleza única.
Dejemos de vernos sólo como Roma y empecemos a vernos como un conjunto de París y Roma.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Marcas tatuadas a fuego

Personas que se marchan sin avisar, que dejan huecos de vacío muy difíciles de llenar, que arrebatan parte de nuestra alma y nos dejan estancados en un pasado del que no sabemos regresar.
Personas que se van y aunque no lo veamos, nosotros también nos vamos con ellas.
Huecos que hay que llenar, pasado del que hay que regresar, personas que hay que olvidar y confianza que hay que volver a recuperar.
Se fueron sin avisar, nos estancaron sin saber dónde estar y lo único que nos dejaron fue vacío emocional.
Ya no están, hay más vida que asumir y más vida que celebrar.
No permitas que el pasado te cierre las puertas para regresar al presente, un presente que es tuyo, que nadie debe frenar, un presente que es ahora y que debes disfrutar porque el pasado ya fue, el presente es ahora y el futuro nadie sabe que vendrá.
Personas que se marchan sin avisar y hay que aprender a olvidar.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Caminos equivocados

Caminos llenos de dudas, hastiado corazón cansado de luchar en una lucha en la que no puede haber ganadores. Una lucha contra la propia mente que crea universos vacíos dentro de almas errantes, almas que un día siguieron un camino pero se equivocaron en los pasos dados.
Mente dominadora que deja que los feroces demonios se cuelen por cada rincón del ser haciendo que cada día sea una nueva batalla en la que únicamente sales perdiendo.
Batallas perdidas que agotan la esperanza de que todo cambie, de que por fin seas alguien libre, no atado a pensamientos que te corroen la cabeza y te destruyen el corazón. 
Libertad para sentir que algún día fuiste amado y que las heridas abiertas son el motor de tus pasos. 
Alma kamikaze y corazón desbocado que busca refugio en caminos equivocados, olvidándose que el mejor refugio es el de aquellos que no han fallado.
Refugio equivocado que crea puentes levadizos más altos que el propio cariño que a veces destruyen más que la propia batalla da librada. 
Caminos llenos de dudas, caminos equivocados, simplemente eso.

Tú y esas ganas terriblemente interminables de querer comerte el mundo, absorta en la cruel realidad de querer ver más allá de lo que tus ojos dicen, mintiéndote con motivos inexistentes, haciéndote la fuerte mientras por dentro sólo eres frases inacabadas, versos muertos, palabras vacías, inconexas e incoherentes.
Tú, ingenuo angel con belleza cegadora que entrega su alma a los demonios que destruyen su mente perturbada por la tristeza y la pesadez.
Tú, valiente guerrero que lucha a través de las sombras, que se aferra a lo insalvable, a la esperanza de un nuevo día, de una nueva vida.
Tú, estrella del firmamento que se muere poco a poco no dejando ver la luz que emana de sus adentros pudiendo salvarla del duro y temido precipicio
Tú, que te autodestruyes con tu falta de confianza, con tu falta de amor propio y no dejas ver a los demás el cariño que te falta.
Tú, lleno de heridas mal cicatrizadas, de dolor, de astillas clavadas en el corazón.
Tú y solamente tú.